Algunas mujeres han observado que sus mamas se han desarrollado de manera diferente,  con una forma estrecha, forma de tubo y alargada, o con areolas de una gran superficie, y  piensa que la solución es un aumento de pecho. 

En la mayoría de las ocasiones se trata de mama tuberosa. La mama tuberosa es una  anomalía de desarrollo de la mama de tipo estético que puede afectar en la autoestima de  quien la sufre. 

¿Qué son las mamas tuberosas? 

Las mamas tuberosas o también denominadas mamas tubulares, son una malformación  congénita que se presenta a la hora del desarrollo la mama, en el que uno o los dos pechos  pueden tener una apariencia alargada, estrecha en forma de tubo, en lugar de forma  redondeada, con grandes areolas y con poco volumen, sobre todo en la parte inferior y  lateral.  

Esta anomalía puede aparecer durante la pubertad y puede tener varios tipos de grados. En  algunos casos, aunque las mamas sean grandes pueden presentar deformidades bilaterales  con areolas desviadas mirando hacia abajo o hacia dentro. 

¿Qué factores causan una mama tuberosa? 

La causa principal de una mama tuberosa es que en la unión del pecho al músculo pectoral  se encuentra un anillo fibroso que impide que el tejido adiposo se distribuya de forma  habitual. Por lo que a medida que el seno se va desarrollando la grasa solo se distribuye  hacia el pezón, puesto que ahí la piel es más resistente. 

¿Qué grado de mamas tuberosas podemos encontrar? 

Como hemos dicho anteriormente esta malformación puede afectar a uno o a los dos  pechos, y en caso más leves puede pasar desapercibido por los propios pacientes. En  función de cómo sea la deformidad del pecho el tratamiento puede variar, y para los tipos de  deformidad hay una clasificación en grados 

Grado I: es el grado más leve y más habitual. Implica una falta de desarrollo en el  cuadrante inferior interno del pecho, la areola tiende a mirar hacia abajo. 

Grado II: la falta de desarrollo se da en la parte inferior, interna y externa de la  mama, pero hay piel suficiente en la parte inferior de la mama. 

Grado III: es igual que el grado II, pero podemos observar una clara deficiencia de  piel en la zona subareolar. 

Grado IV: este ya es un grado severo de mama tuberosa y en el que los cuatro  cuadrantes mamarios se ven afectados y atróficos.

¿Qué síntomas presentan las mamas tuberosas? 

Las mamas tuberosas tiene unas serie de características para distinguirlas 

– Forma cónica en lugar de forma redondeada 

– Demasiada separación entre ambas amas 

– Falta de crecimiento o desarrollo de la parte inferior e interior de la mama – Areolas grandes y dilatadas 

– Asimetría entre ambas mamas 

¿Cómo tratar las mamas tuberosas? 

El problema de las mamas tuberosas no está en el tamaño sino en la distribución irregular  del tejido adiposo, por eso la solución no es solo un aumento de pecho. 

En la mayoría de  casos hay que realizar una cirugía de mama tuberosa que consiste en cambiar el aspecto completo de la mama mediante una intervención quirúrgica ajustada al grado de  tuberosidad y hacer una remodelación glandular completa. 

Tras un examen diagnóstico el especialista evaluará las distintas alternativas posibles de  tratamiento, desde una mamoplastia, una mastopexia e incluso la combinación de ambas.  Con lo que conseguiremos moldear las mamas, ajustar su tamaño y lograr simetría. 

Además de eliminar el anillo fibroso que impide la normal distribución de tejido adiposo hay  que colocar un implante y en ocasiones se debe hacer una remodelación de la areola. 

Pasos de la intervención 

Lo que queremos conseguir con esta intervención es conseguir que el surco submamario  que está elevado baje a su posición habitual colocando una prótesis en un lugar inferior a  dónde comienza el pecho, creando así un surco más bajo. 

También se debe alargar el polo inferior, ya que al bajar el surco la distancia entre el pezón  y el surco aumenta. Al realizar esto conseguimos un resultado más bonito y natural. 

Corregir las areolas, en el caso que sea necesario, si el paciente las presenta más grandes  de lo habitual o necesita mejorarlas. 

En la mayoría de las mamas tuberosas hay que tratar la glándula que se encuentra detrás  del pezón para que el tejido que cubre la glándula mamaria se expanda y se adapte al  nuevo implante que vamos a colocar. 

Para dar el volumen que el pecho necesita y darle una forma más natural, colocaremos  prótesis para aumentar su tamaño.

Post operatorio 

El post operatorio no es complejo y la paciente podrá hacer vida normal pasados entre 8 y 10 días, aunque para minimizar las molestias es recomendable evitar realizar movimientos  bruscos con los brazos durante al menos las primeras semanas tras la intervención. 

También se recomienda evitar elevarlos por encima de los hombros, y dormir boca arriba  hasta que hayan transcurrido los tres primeros meses.

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