Cadera

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Tratamientos para las caderas

¿Se pueden redefinir las caderas?

A veces puede ser difícil adelgazar las caderas a pesar de la dieta y realizar actividad física. Las mujeres están predispuestas (ya sea por morfología o embarazo) a tener las caderas más anchas que los hombres, aunque éstos también pueden tener grasa en esta zona.

Es necesario estudiar cada caso para encontrar la solución ideal para remediarlo y tener una silueta más armoniosa.

A la pregunta… ¿Se pueden redefinir las caderas? Sí, en Top Clinic tenemos distintas soluciones desde la cirugía plástica, la medicina estética o simplemente los tratamientos estéticos.

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¿Qué tipo de tratamientos de caderas hay?

Dada la importancia de las caderas en la imagen corporal, es posible encontrar opciones diversas para mejorar la imagen de esta zona, algunas de las más comunes son:

  • Rellenar la zona para conseguir una simetría con el resto del cuerpo.
  • Aumentar su volumen.
  • Reducir su volumen, lo que facilita diseñar, a medida, la fisonomía del paciente.

En todos los casos, es imprescindible confiar exclusivamente en profesionales que realicen una valoración clínica acertada. Posteriormente, deberán elegir el tratamiento más eficaz para el paciente correspondiente.

Tratamiento de cirugía de aumento de caderas

Se aconseja esta opción a los pacientes con presencia de líneas rectas de grasa andrógina. Igualmente, las personas con lipodistrofia por ingesta de medicamentos o los hombres que cambian de sexo son candidatos potenciales a esta intervención.

Puede llevarse a cabo de dos maneras:

  • Efectuando una liposucción abdominal y utilizando la grasa, ya tratada, para colocarla en las caderas.
  • Introduciendo prótesis de silicona de forma oval.

El segundo método exige una incisión en la zona de la cintura. Habitualmente, se busca el pliegue subcutáneo de la cintura para disimular la cicatriz. El especialista hará un bolsillo antes de introducir cada prótesis. La sutura es mínima.

Liposucción de caderas

Cuando la acumulación de grasa en el área pélvica es excesiva, se recomienda esta intervención. Está destinada, especialmente, a pacientes que presentan las conocidas como «cartucheras». Tras una primera visita con el cirujano, este decidirá la cantidad de grasa que debe aspirarse.

Para llevar a cabo la intervención, se efectúa una incisión en la cintura. Posteriormente, se introduce una cánula conectada a un aspirador. El facultativo va moviendo el dispositivo insertado para desprender la grasa. Su equipo comprueba la cantidad de grasa que se aspira. El proceso termina extrayendo la cánula y suturando la incisión.

Esta intervención es ambulatoria. Solo en casos de necesitarse una extracción de una gran cantidad de grasa el paciente permanece una noche en observación. Además, basta con llevar una prenda compresiva durante los días que recomiende el especialista.

Es habitual experimentar molestias y dolor en la zona tratada. Suelen desaparecer a las 72 horas. Se recetan analgésicos para combatir estos síntomas con eficacia. Pasadas unas semanas, se comienza a apreciar el resultado.

Artrosis de cadera, ¿cómo se puede tratar?

Se denomina artrosis de cadera a la enfermedad que afecta a la articulación. Una lesión inicial en el cartílago se va extendiendo hasta provocar síntomas diversos. Entre otros, el paciente experimenta rigidez y dolor. El desgaste en el cartílago provoca que el movimiento de los huesos sea doloroso.

Esto provoca que el paciente modifique su postura al caminar, extendiendo las alteraciones a la rodilla. Finalmente, es posible presentar inflamación, edema y deformidad ósea. Los síntomas anteriores afectan a la calidad de vida del paciente. Entre las causas de la artrosis de cadera se encuentran las siguientes:

  • El envejecimiento. Provoca que los tejidos y los huesos vayan perdiendo densidad. El sedentarismo y la obesidad inciden en su aparición.
  • Un traumatismo, lesión o fractura. La displasia de cadera o los problemas en la zona superior del fémur, entre otros, provocan artrosis.
  • Factores de riesgo. Es habitual en personas obesas o que presentan una incorrecta alineación de los huesos. Además, padecer poliomielitis, parálisis cerebral, mielomenigocele o paresias espásticas contribuye a su aparición. Lo mismo sucede con dolencias vasculares como la trombosis venosa o la arteriopatía periférica.

En lo que respecta al tratamiento, se comienza con el cambio de hábitos alimenticios y con el ejercicio. Se acompaña esta alternativa con antiinflamatorios o analgésicos. Como complemento, se apuesta por tratamientos para regenerar el cartílago. El reemplazo de la articulación por una prótesis metálica es una solución eficaz que permite recuperar la movilidad.

Ninguna de las opciones descritas altera la imagen del paciente. La elección del tratamiento más recomendable dependerá de cada caso particular. Es imprescindible realizar un estudio personalizado y determinar el daño del cartílago correspondiente.

 

¿En qué consiste la lipoescultura de caderas?

Antes de responder a la pregunta, es imprescindible diferenciar entre liposucción y lipoescultura. La primera opción, ya descrita, se limita a la aspiración de la grasa. La segunda también remodela la zona para mejorar el resultado.

Además, exige que se realicen distintas incisiones repartidas por el contorno de la cadera. Es habitual elegir las áreas menos visibles. Cada una de ellas será de un diámetro inferior a los cinco milímetros. La cánula, o jeringa, se conecta a un aspirador para comenzar el procedimiento.

Posteriormente, se han de llevar prendas o fajas de presoterapia durante 30 días. La intervención es ambulatoria. Dependiendo del caso, podría utilizarse anestesia local (para la aspiración de pequeñas cantidades de grasa), epidural o peridural (para procesos de mayor importancia).

El paciente debe guardar reposo absoluto durante las 24 horas siguientes a la intervención. Pasados cinco días podrá hacer vida normal. Las suturas se retiran a la semana. Para evitar el edema, se colocan drenajes linfáticos. No debe realizarse ejercicio físico intenso en el mes siguiente a la intervención.

Es esencial subrayar que para lograr el efecto deseado el paciente debería someterse a varias sesiones de masaje linfático. El objetivo es la redistribución de la grasa restante y lograr afilar más la silueta. Los resultados son definitivos, pero no se observan hasta los primeros seis meses o un año.

Todo dependerá del tipo de piel, de la edad del paciente y de su salud cardiovascular. La cantidad de grasa aspirada y la fisonomía también afectan a la consecución de la imagen deseada. La simetría entre los flancos y la cadera es la clave para determinar el éxito del tratamiento.

Es recomendable someterse a la revisión médica previa correspondiente. Solo el cirujano tiene la capacidad suficiente para elegir la mejor opción posible y las características del procedimiento. En todos los casos, los resultados suelen ser muy satisfactorios.

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