Eliminación tatuajes

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¿En qué consiste la eliminación de tatuajes?

Los métodos antiguos como el peeling, la dermoabrasión o los injertos de piel ya casi no se utilizan para la eliminación de tatuajes. La técnica preferida hoy en día es el láser pigmentario, que actúa destruyendo las partículas de pigmento presentes en la piel.

Lo mejor es hacerlo en invierno, para no exponer al sol la zona tratada. También es preferible que la zona a tratar no esté bronceada. La eliminación de tatuajes debe ser realizada por un dermatólogo.

Una primera consulta le permitirá examinar el tatuaje y evaluar el número de sesiones necesarias para borrarlo. También te recetará una crema anestésica, que se aplicará una o dos horas antes del tratamiento.

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¿Qué debes saber sobre la eliminación de tatuajes?

Antes de que el experto emita su punto de vista, acerca de cómo borrar un determinado tatuaje, debe tener en cuenta algunos aspectos del mismo. Reconocer los pasos que ha seguido el tatuador permite al especialista crear el procedimiento para eliminarlo completamente. Cada detalle cuenta para mantener satisfecho al cliente una vez que ve terminado el método de borrado.

Algunas cuestiones que habrá que plantearse para la eliminación del tatuaje son: 

  • ¿Es un tatuaje profesional o producido por un aficionado? Este aspecto es crucial, ya que el profesional, al utilizar una tinta más duradera, puede dificultar su eliminación. Por otro lado, se le suele atribuir al aficionado materiales de menor calidad, lo que puede facilitar el objetivo final.
  • ¿En qué área del cuerpo se encuentra localizado? Delimitar la zona implica también la duración del tratamiento. Por ejemplo, si el tatuaje que se desea eliminar está en un área donde la piel es más fina, podrá borrarse antes. Las zonas de piel más gruesa, como las piernas, los brazos o la espalda, necesitan un número mayor de sesiones.
  • ¿Qué colores se usaron para realizar el diseño? Curiosamente, los pigmentos más oscuros, como ocurre con el azul marino y el negro, son más sencillos de borrar. En cambio, las tonalidades rojas pueden requerir un número superior de sesiones. En lo que respecta a los colores claros y mixtos, su dificultad radicará en la cantidad de óxido de zinc o de titanio que posean.
  • El fototipo de piel es un factor muy importante a la hora de eliminar un tatuaje. Mientras más clara sea la epidermis del paciente, más sencillo será borrarlo, empleando incluso menos sesiones, en comparación a una persona con un fototipo más oscuro. Al final, el resultado puede ser el mismo pero, en el primer caso, se requerirá menos tiempo.
  • El tamaño del tatuaje suele abrir ciertas opciones a la hora de eliminarlo. Si es demasiado grande y se han empleado grandes cantidades de tinta, posiblemente sea preferible aplicar una técnica más invasiva. Al final, se le muestran al paciente distintas alternativas, entre las que debe seleccionar la de su preferencia.

Técnicas para la eliminación de tatuajes

Cuando una persona decide eliminarse un tatuaje es aconsejable que reciba la recomendación de un dermatólogo o especialista que pueda analizar adecuadamente su caso. En función a la tinta usada durante el proceso, puede venir mejor una técnica con respecto a otra. El tamaño del mismo también es determinante para decidir si es preferible la intervención quirúrgica u otro método.

Las principales técnicas para la eliminación de tatuajes son:

 

Dermoabrasión como técnica para eliminar tatuajes

La dermoabrasión es un método utilizado, generalmente, para la eliminación de arrugas u otras marcas, como las cicatrices que puede dejar una intervención quirúrgica. En el caso del tatuaje, hay que aplicarla en un mayor porcentaje. Así, se inicia administrando frío a la zona en donde se encuentra. Tras insensibilizar el área, se realiza una especie de lijado de la piel, hasta llegar a la ubicación de la tinta, la cual se busca drenar.

Pueden pasar varias semanas hasta notarse los resultados. Al ser un proceso abrasivo, deja muy sensibilizada la zona, dejando en el paciente una sensación dolorosa e, incluso, irritación. Este puede no ser el mejor método para borrar definitivamente el tatuaje y, posiblemente, se requiera la aplicación láser para terminar de eliminarlo.

 

Extirpación quirúrgica

La extirpación quirúrgica tiende a funcionar mejor ante tatuajes de menor tamaño. Hay que tener en cuenta que va a dejar una cicatriz. Por eso, ante un tatuaje de mayor dimensión, el cirujano puede requerir implantes de piel, para rellenar el área tratada. Incluso así, no se podrán evitar las señales postquirúrgicas y un seguimiento para la correcta recuperación del paciente.

Durante la cirugía, se comienza insensibilizando el área mediante anestesia local. Después, con la ayuda del bisturí, se retiran los bordes tintados, para unir mediante puntos la piel. Para una adecuada recuperación, se le deberá untar al paciente un ungüento especial, que le evite la proliferación de bacterias, así como posibles infecciones. Al ser este un método tan invasivo, es preferible dejarlo como último recurso.

 

Luz pulsada intensa (IPL)

El tratamiento con luz pulsada intensa (IPL) puede ser efectivo ante pequeños tatuajes, aunque no ofrezca un resultado tan eficaz como el que permite el láser. Se centra especialmente en las capas superficiales de la epidermis, quemando los bordes del dibujo. El número de sesiones que se empleen dependerá de lo que recomiende el especialista, en función a las características de la tinta y la amplitud de la zona.

Es posible que para verse los resultados esperados, el paciente deba esperar hasta un año, tras varias sesiones repartidas durante meses. Aunque no es una técnica que cause mucho dolor, los efectos pueden no ser tan optimizados, como los que ofrece un tratamiento con láser.

 

Láser para la eliminación de tatuajes

El láser es el método más buscado para la eliminación de tatuajes, por permitir unos resultados más gratificantes para el usuario. Al utilizar una intensidad alta de luz, permite desestructurar los pigmentos de color, separándolos. Esto facilita el drenaje linfático, que es la última etapa para verlo eliminado definitivamente. Pueden requerirse varias sesiones hasta lograr la meta deseada.

Las tonalidades que se consiguen por medio de mezclas de colores base suelen tardar más en ser eliminadas. Asimismo, como se indicó anteriormente, las áreas en donde la piel se muestra más gruesa necesitarán un número mayor de sesiones, que serán delimitadas por el especialista. Antes de cada tratamiento láser, se aplicará anestesia local, para reducir las molestias que se puedan dar.

La eliminación de tatuajes es una decisión que la persona puede tomar, teniendo en cuenta los distintos procedimientos que existen para llevarlo a cabo. Con ayuda de un experto es posible obtener un resultado bastante bueno, sin que el paciente tenga que sufrir un proceso de recuperación demasiado largo ni doloroso.

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