Blefaroplastia

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Blefaroplastia u operación de párpados caídos

Se trata de una técnica muy eficaz para rejuvenecer el rostro. La blefaroplastia se ha convertido en uno de los tratamientos más eficaces para rejuvenecer la imagen del rostro. 

La blefaropalstia consiste en la práctica de unas incisiones en los pliegues de los párpados para eliminar el exceso de tejido (piel o músculo) para eliminar las bolsas que se sitúan en la parte inferior de los ojos se procede por la víatransconjuntival. Tras realizar una incisión, se extrae la grasa sobrante consiguiendo así que la zona quede totalmente plana.

 

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¿En qué consiste la blefaroplastia?

El tratamiento es sencillo y se practica de forma ambulatoria. Al poder ocultarse las cicatrices en los distintos pliegues cutáneos, es más fácil lograr un espléndido resultado. Antes de entrar en el quirófano es conveniente:

  • Comentar la historia clínica con el cirujano. Se les prestará especial atención a dolencias como las alergias, la sequedad ocular, las alteraciones tiroideas o la diabetes. En estos dos últimos casos se puede desaconsejar la operación. También se podría aconsejar a los pacientes con un surco en las ojeras, pero sin bolsa o laxitud en el párpado. El especialista propondrá terapias alternativas para corregir la anomalía.
  • Es importante reseñar el tipo de medicamentos que se toma habitualmente (incluyendo los de origen natural) y si se consume tabaco, alcohol o estupefacientes.
  • Someterse a una exploración y a pruebas como el análisis de las lágrimas o la medición de los párpados. El cirujano necesita saber cuál es el estado del ojo para diseñar una estrategia más efectiva.
  • Un examen de la capacidad visual por parte de un oftalmólogo. Las alteraciones que sufra el paciente han de ser determinadas por este especialista. La caída del párpado provoca una reducción del campo visual que puede corregirse.
  • Dejar de tomar medicamentos como la aspirina, el ibuprofeno, antiinflamatorios o alternativas que mejoren la circulación sanguínea.
  • No fumar durante las semanas previas a la intervención.

Estas medidas previas no son opcionales. Solo el cirujano tiene la potestad de decidir si la blefaroplastia es necesaria y qué tipo es el más indicado. Toda la ayuda que se le pueda ofrecer es bienvenida, ya que permite preparar la cirugía plástica con mayor exactitud.

¿A quién está dirigida la blefaroplastia?

A cualquier persona que tenga los párpados caídos o flácidos. En ocasiones, esta circunstancia provoca que no sea posible abrir los ojos, ya que los párpados superiores lo impiden. La eliminación de tejido también ayuda a mejorar la visión periférica.

Desde el punto de vista estético, es aconsejable para la eliminación de bolsas, flacidez o exceso de grasa o exceso de piel en la zona ocular. Tener los párpados caídos provoca que la expresión facial sea más triste. El tratamiento puede completarse con otras alternativas como con hilos tensores o similar logrando así rejuvenecer el aspecto de la cara fácilmente. La recuperación de la autoestima al mirarse al espejo incide, directamente, en apostar por esta alternativa.

Al hablar de la edad del paciente, la media supera los 50 años, ya que es la pérdida progresiva de colágeno la que provoca esta circunstancia. Hay casos de jóvenes que cuando entran en la adolescencia observan el crecimiento de sus párpados. El especialista elegirá cuál es la mejor opción en cada caso.

¿Cuánto dura la intervención?

Todo dependerá del tipo de blefaroplastia a realizar y de la decisión del cirujano. Es habitual el uso de anestesia general, por lo que el tratamiento puede durar unas dos horas como máximo. Se suele aconsejar que el paciente permanezca en observación durante 24 o 48 horas. 

Es posible comprobar el resultado aproximado en el propio quirófano. De hecho, dependiendo del mismo, el cirujano decidirá el tipo de recuperación a llevar a cabo. El paciente puede comprobar el éxito de la intervención antes de que se cubran las suturas con un vendaje o apósito. 

Teniendo en cuenta la hinchazón y el enrojecimiento, es bastante sencillo apreciar la diferencia apenas unos minutos después. Ello provoca el creciente interés entre los pacientes por un tratamiento que no deja de sorprender por su eficacia y por ser una de las intervenciones menos dolorosas y molestas del sector de la estética.

Beneficios de la blefaroplastia o cirugía de párpados

Son múltiples las ventajas de elegir esta manera de conseguir una mirada más directa y despejada. La desaparición de las bolsas en los párpados y el cambio en el aspecto de los párpados son visibles fácilmente. Además, hay otros beneficios como:

  • El cambio en la expresión facial. Se rejuvenece y se convierte en una mucho más amable. El párpado superior se mantiene en paralelo al inferior. Así se evita la línea oblicua que provoca un rictus constante de tristeza.
  • Terminar con el exceso de tejido muscular o grasa de forma poco lesiva. El uso de instrumental específico contribuye a evitar molestias posteriores.
  • Corregir eficazmente la hinchazón de los párpados superiores e inferiores.
  • Eliminar las arrugas y las líneas de expresión de la zona que rodea a los ojos. Debido al escaso grosor de la piel es posible disfrutar de unos ojos sin arrugas.
  • Vaciar las bolsas inferiores completamente y estirar ligeramente la piel sobrante.

El área ocular suele ser una de las más sensibles al paso del tiempo. Su descolgamiento, las ojeras y la aparición de las patas de gallo envejecen a la persona. La operación permite lucir un rostro más juvenil logrando recuperar la autoestima del paciente.

Postoperatorio de la blefaroplastia

Será el cirujano el que ofrezca las medidas más recomendables para que la recuperación sea un hecho en menos tiempo. El paciente afrontará: 

  • Hinchazón, irritación y hematomas en el área intervenida. Los síntomas desaparecen en unos días. La aplicación de compresas frías contribuye a conseguir este resultado. 
  • La necesidad de lubricar los ojos. Se receta una pomada específica para evitar este síntoma.
  • Un vendaje casi imperceptible en los ojos de haberse intervenido en el tejido muscular.
  • Problemas de visión durante las primeras 72 horas. Pasado este tiempo se puede leer o ver la televisión con normalidad.
  • La imposibilidad de volver a su trabajo o rutina diaria. El plazo para poder hacerlo oscila entre la semana y los 10 días. 

Entre otros consejos, se suele recomendar que se mantenga la cabeza erguida durante los días siguientes a la cirugía estética. Pasadas dos semanas se procede a retirar los puntos. En los primeros 21 días posteriores a la intervención no se aconseja la práctica de actividades intensas. Otras recomendaciones son: 

  • El uso de compresas con hielo durante 10 minutos cada hora la misma noche de la cirugía. Al día siguiente habría que usarlas unas cinco veces. 
  • Limpiar los párpados con cuidado y usar las gotas recetadas. Seguir la posología recomendada es la única manera de evitar problemas. 
  • No realizar esfuerzos, nadar, levantar peso o practicar deporte durante una semana. El reposo es clave para evitar que los puntos se abran provocando sangrado o facilitando la infección de las heridas.
  • No fumar. 
  • No frotarse los ojos. Es aconsejable evitarlo. En caso de picor lo más adecuado es usar las gotas hidratantes. 
  • No usar lentes de contacto durante los 14 días posteriores a la intervención. Son preferibles las gafas de ver. 
  • Llevar gafas de sol durante algunas semanas para evitar la exposición directa a la luz solar y la suciedad. 
  • Regresar a la consulta para la retirada de los puntos. 
  • No tomar medicamentos como el ibuprofeno, la aspirina u otros antiinflamatorios. Solo el paracetamol es válido al no favorecer la circulación. 

Tipos de blefaroplastia

Son dos y cada uno de ellos exige un procedimiento distinto para adaptarse mejor a la musculatura del párpado: 

  • Superior: Comienza con una incisión en el párpado que quedará oculta por el pliegue natural. Se procede a la eliminación de la grasa, la piel y el tejido sobrante consiguiendo así la elevación del párpado. Finalmente, se usan unos puntos muy finos para disimular la cicatriz lo máximo posible. 
  • Inferior: Se usa para redistribuir el tejido de la zona de las bolsas inferiores. El cirujano elegirá entre dos opciones: la vía transcutánea o la transconjuntival. La incisión se hace justo debajo de las pestañas para que estas terminen cubriéndola. El especialista reseca el exceso de tejido o grasa llegando, si fuera necesario, a extirpar parte del músculo de los párpados y a tensar la piel antes de la sutura. 

La adaptación a la fisonomía del paciente es imprescindible para que cada intervención ofrezca los resultados más apropiados. Suelen practicarse ambas para eliminar el riesgo de entrar dos veces en el quirófano. Así, se consigue respetar la simetría de los párpados más fácilmente y es más sencillo obtener una mirada distinta tras el tratamiento. 

¿Cuándo se empiezan a ver los resultados de la blefaroplastia?

En lo referente a los resultados, todo dependerá de las causas que hayan provocado la alteración en los párpados. La inflamación y los hematomas suelen desaparecer a las dos semanas. Las cicatrices tardan algunos meses.

Algunos pacientes que se someten a esta cirugía plástica disfrutarán de un resultado permanente, pero otros tendrán que volver al quirófano, ya que cada organismo funciona de forma distinta.

Lo habitual es que los resultados sean duraderos siempre que se siga una dieta saludable y que tras permitirlo el cirujano se someta la zona a la estimulación correspondiente.

Contraindicaciones de la blefaroplastia

Aunque se han comentado todos los detalles de esta opción, no se debe olvidar que hay algunas contraindicaciones. El riesgo disminuye sensiblemente de confiar en un cirujano experimentado. Ahora bien, ello no evita que: 

  • Pudieran darse algunas complicaciones como una reacción a la anestesia por intolerancia desconocida por el paciente. La realización de una prueba previa evita esta circunstancia. 
  • Pueden aparecer infecciones en las incisiones por motivos diversos. Una mala praxis a la hora de desinfectar las heridas puede influir en este aspecto. 
  • La cicatrización se ralentiza por problemas circulatorios. Puede deberse a las dolencias cardiovasculares de la persona intervenida o que fume. Por esta razón es tan importante dejar tan perjudicial hábito semanas antes de entrar en el quirófano. 
  • La persona no siga los consejos del cirujano provocando el retraso de la recuperación. Que los hematomas desaparezcan o que se recupere la visión no supone que no haya que seguir tomando precauciones. La vuelta a los malos hábitos o dejar de usar la medicación recetada provoca la ralentización de proceso. 
  • Se padezca visión doble o borrosa, aunque se corrige con el tiempo. De perdurar, habría que analizar el motivo. Debe subrayarse que la operación no corrige los problemas visuales del paciente.
  • Aparezca un molesto ectropión (el párpado se pliega hacia fuera, irritándose y exigiendo la revisión del especialista en cirugía). Este supuesto no es común, pero sí posible por lo que solo las consultas sucesivas a la cirugía de párpados son la mejor manera de detectarlo a tiempo. 

Solo se puede desaconsejar la operación en casos muy concretos en los que realizarla suponga un verdadero riesgo para la vida del paciente. Lo normal es que no sea así y que cualquier persona pueda superarla sin demasiados problemas. 

Precio de la blefaroplastia u operación de párpado caído

Todo dependerá del tipo de intervención a realizar y de las peculiaridades de cada paciente. El precio medio ronda los 2.000 € para la inferior o la superior y los 3.000 para la completa. En la cifra final influye el equipamiento de la clínica, las garantías que ofrece y la experiencia del cirujano. 

La sensibilidad de la zona y las posibles consecuencias provocan que sea más que recomendable no mirar tanto el precio como la calidad y la fiabilidad. Se recuerda que no por tratarse de una operación estética es posible realizarla en espacios dedicados a otro tipo de tratamientos.

Por todo lo anterior, la blefaroplastia es una cirugía que es una opción segura que ofrece un óptimo resultado. Eligiendo bien la clínica es posible conseguir el objetivo de rejuvenecer la mirada y el rostro. Todo sea por remodelar la expresión y por lograr una zona ocular con la piel más tersa y sin rastro alguno de arrugas. El éxito del tratamiento es bastante alto siendo, actualmente, uno de los más solicitados por los que quieren lucir su mejor versión. 

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