Hipoplasia

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¿En qué consiste la Hipoplasia?

La hipoplasia es la denominación que se le da al desarrollo incompleto de un órgano o tejido. Es decir, hace referencia a la presencia de un número de células menor del que cabría esperar. Es una patología que puede presentarse en prácticamente cualquier tejido u órgano, aunque lo más habitual es encontrarla en las mamas o en los dientes.

Cuando se presenta este mal desarrollo, el órgano o tejido podrían llegar a tener anomalías en su funcionamiento. Estas van a depender exactamente del tipo de hipoplasia. En ocasiones, la enfermedad no repercute de una forma directa en la vida del sujeto. Otras veces, debe ser tratada para que la persona pueda llevar a cabo su día a día con normalidad.

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Tipos de hipoplasia

La Organización Mundial de la Salud cataloga los tipos de hipoplasia en las siguientes categorías: de piel, de uñas, de estructuras neurovasculares y de estructuras músculo tendinosas. Para hacer una mayor especificación de los distintos tipos, se hablará brevemente de las hipoplasias más comunes:

  • Hipoplasia mamaria. Sucede cuando la glándula mamaria se desarrolla por debajo de lo que se consideraría normal. Es decir, el pecho tiene un tamaño menor del que cabría esperar. Muchas mujeres pasan por el quirófano para solucionar este tipo de patologías.

 

  • Hipoplasia del esmalte dental. Se puede apreciar una mineralización deficiente del esmalte en el proceso de formación de los dientes, sobre todo en los de la parte superior. Suele preocupar mucho a los pacientes que la padecen debido a las repercusiones estéticas que trae consigo.

 

  • Hipoplasia en los testículos. Es un trastorno que se da durante el desarrollo del feto en el útero de la madre. Se caracteriza por una formación deficiente de los testículos. Provoca que el tamaño de los testículos sea menor del esperado.

 

  • Hipoplasia de las cámaras cardíacas. Afecta de una forma directa al flujo normal de la sangre en el corazón.

 

  • Hipoplasia uterina. Se deja ver por primera vez tras el primer ciclo menstrual. Es una malformación poco frecuente que se suele reflejar en un útero pequeño o un útero con una forma anómala.

 

  • Hipoplasia del nervio óptico. En este caso, se habla de una afección congénita que implica directamente el subdesarrollo del nervio óptico.


Cada tipo de hipoplasia tiene asociados unos síntomas específicos y, a su vez, requiere de un tratamiento o una corrección diferentes. Es importante visitar a un profesional para que él dé las pautas a seguir, así como el diagnóstico definitivo.

Síntomas de la hipoplasia

Según el tipo de hipoplasia, la sintomatología varía notablemente. En el caso de la hipoplasia mamaria, por ejemplo, se puede apreciar a simple vista que el desarrollo del pecho se encuentra por debajo del promedio. También puede darse el caso de que un seno sea notablemente más pequeño que el otro, lo que da lugar a una asimetría. O que los pechos tengan una forma tubular, con una apariencia más alargada de lo que cabría esperar.

En otros casos, los indicios pueden ser diferentes. Por ejemplo, la hipoplasia uterina no se puede ver a simple vista, pero trae consigo dolores durante la menstruación. La paciente sólo podrá sospecharla, puesto que, para que realmente exista un diagnóstico, deberá acudir a la consulta ginecológica.

Por otra parte, la hipoplasia en los testículos también se aprecia a simple vista. Lo mismo sucede con la que podemos hallar en el esmalte dental, que es palpable debido a sus consecuencias a nivel estético. Las hipoplasias más preocupantes por la sintomatología que pueden conllevar son la cardíaca y la del nervio óptico, puesto que sus manifestaciones inciden directamente en la salud física del paciente.

Acudir al médico es fundamental en cualquiera de los casos para descartar siempre cualquier patología asociada al mal desarrollo del tejido u órgano. En el caso de un subdesarrollo de las mamas, el tratamiento consiste en una cirugía estética bastante común y sencilla, como la mamoplastia. Pero en otros casos el tratamiento puede ser más complejo. Aun así, es preferible llevarlo a cabo.

¿Cómo saber si tengo hipoplasia?

Como se ha señalado, los síntomas varían dependiendo del tipo. Saber si se padece una hipoplasia requerirá pasos diferentes en cada caso. En los supuestos de los testículos, el corazón, el nervio óptico o el útero, sólo las pruebas profesionales podrán responder realmente a la pregunta. Ante cualquiera de los síntomas mencionados con anterioridad, se debe acudir a un especialista. No obstante, puede ser bastante sencillo discernir si se tiene o no este defecto en las mamas. Hay algunas características que son bastante evidentes y que cualquiera puede ver desde la comodidad de su hogar:

  • Los pechos suelen encontrarse más separados entre sí de lo que se considera habitual.

 

  • En algunos casos, se aprecia una asimetría palpable entre ambos senos.

 

  • El pecho tiende a adquirir una forma diferente a la común, como si estuviese vacío por dentro.




En el caso de la hipoplasia en los testículos, los síntomas son muy parecidos a los que hemos mencionado anteriormente para la zona de las mamas. Es clave llevar a cabo una autoexploración para ver si efectivamente se tiene esta patología. En caso de duda, hay que consultar con un profesional cualificado.

 

¿Cómo se trata o se corrige la hipoplasia?

La hipoplasia normalmente requiere un tratamiento quirúrgico para solventar la anomalía estética. En ocasiones, además, se debe seguir alguna medicación (según el caso). Para la hipoplasia dental, se suele pulir la parte dañada del esmalte para eliminar cualquier tipo de mancha. A partir de ahí, la zona pulida se rellenará y se dejará la dentadura completa.

En el caso de la hipoplasia mamaria, por lo general, se lleva a cabo una mamoplastia de aumento. Mediante esta técnica, se consigue que ambos senos tengan el tamaño deseado. En caso de haber una asimetría notable, esta también se puede eliminar mediante el uso de implantes.

¿Qué es la mamoplastia de aumento?

Una mamoplastia de aumento es una cirugía en la que se busca conseguir un aumento de las mamas. Requiere la colocación de implantes en los senos, que pueden ir debajo del tejido mamario o debajo de los músculos del tórax. Esto debe ser decidido de forma conjunta por el cirujano y la paciente, para así determinar cuál es la mejor solución en cada caso concreto.

Es necesario llevar a cabo una consulta preoperatoria. Solo así el experto podrá hacer un análisis estético y determinar exactamente cuáles son las necesidades de la paciente. Además, hay diferentes tipos de implantes. Se deben tener en cuenta los siguientes rasgos:

  • El tamaño debe ajustarse tanto a lo que se busca conseguir estéticamente como al cuerpo de la paciente. Si el implante es demasiado pequeño, podría no cumplir con las expectativas; mientras que si es excesivamente grande, podría no verse bien.

 

  • En cuanto a la forma, se puede elegir un implante más redondo o más anatómico. El primero tiende a verse más artificial, pero su estética no desagrada a todo el mundo.

 

  • Además, se debe determinar qué textura se desea para los implantes; por ejemplo, si se buscan más lisos o más rugosos.


Para tomar las mejores decisiones, es ideal acudir a una persona que tenga una amplia experiencia en el tema y que haya realizado el procedimiento en más de una ocasión. De esta manera, el paciente se asegurará de recibir una atención profesional y de obtener siempre los mejores resultados.

¿Cuánto cuesta una mamoplastia de aumento?

Como sucede con todo tipo de procedimientos, lo habitual es que no se pueda determinar el precio exacto si no se realiza una primera visita. El presupuesto real debe darse siempre de una forma personalizada, puesto que dependerá de cada caso concreto. Por esta razón, se suele recalcar la importancia de acudir a una clínica para llevar a cabo un análisis completo de la situación.

Lo habitual es que los precios rondan aproximadamente entre los 3500 € y los 6000 €. La horquilla es bastante elevada porque, como se ha señalado, algunas circunstancias pueden hacer que el precio baje o suba. Dependerá del tamaño concreto de la prótesis, así como del profesional que realice la operación e incluso de la ciudad en la que ésta tenga lugar. Lo mejor es pedir siempre un presupuesto previo.

¿Qué riesgos tiene una mamoplastia?

Toda intervención que implique el paso por el quirófano puede traer consigo algunos riesgos añadidos. Uno de los más conocidos es la contractura capsular, que implicaría volver a pasar por el quirófano. En estos casos, el cuerpo reacciona de una forma negativa ante la prótesis y la encapsula formando una deformidad que puede provocar dolor. A día de hoy, se ha determinado que ciertos factores, como la contaminación bacteriana, pueden provocar esta encapsulación.

Se pueden dar otro tipo de complicaciones, como las deformidades en doble burbuja, que consisten en deslizamientos de la glándula o del implante. Además, se pueden dar ciertas rugosidades o incluso roturas. En contadas ocasiones, hay problemas derivados del postoperatorio, como infecciones. Sí es habitual encontrar hematomas, aunque estos tienden a desaparecer en unos días. Lo cierto es que estas cosas suceden en pocos casos, pero pueden llegar a darse. Es fundamental llevar a cabo ciertos cuidados tras la operación para garantizar la salud de las cápsulas a largo plazo. Algunos cuidados importantes son los siguientes:

  • La paciente deberá permanecer ingresada durante un mínimo de 24 horas tras la operación. Durante ese tiempo, deberá mantenerse ligeramente erguida para evitar tumbarse de lado y apoyarse en la zona recién operada.

 

  • Se debe evitar cualquier tipo de movimiento brusco con los brazos. Con un tratamiento, quizás la paciente no llegue a sentir dolor, pero es necesario que se mantenga en reposo. De esta manera, los senos se recuperarán mucho mejor.

 

  • Una vez abandonadas las instalaciones médicas, es estrictamente necesario seguir las pautas de medicación. No se deben saltar las tomas y se deben ingerir todos los analgésicos y antiinflamatorios indicados.

 

  • En el primer mes, se deberá llevar una vida tranquila sin hacer grandes esfuerzos físicos.


A partir de ahí, el doctor decidirá cuándo se debe dar el alta. Será importante realizar algunas visitas al especialista durante un tiempo, para ver cómo evolucionan las cicatrices y cómo está la zona con el paso de los días. Hay ciertos efectos secundarios que podrían estar indicando que la paciente rechaza la prótesis. Por ejemplo, que el pecho se sitúe en una zona más alta o que pierda cierta sensibilidad. También se puede ver una mayor dureza. Ante cualquiera de estos síntomas, se debe llamar al cirujano para que actúe.

¿Qué hacer para el preoperatorio?

Una de las recomendaciones más habituales durante el preoperatorio, además de no consumir sustancias nocivas, es preparar convenientemente la piel. Esta va a pasar por un proceso traumático. Así pues, cuanto mejor hidratada y en mejores condiciones esté, mejor será su recuperación. Se recomienda usar cremas con aceites esenciales para mejorar así la elasticidad de la dermis.

El día previo a la operación, se recomienda descansar y guardar las horas de ayuno aconsejadas para la intervención (son unas ocho horas). Se debe acudir a la clínica sin ningún tipo de elemento metálico, sin manicura permanente y sin aplicaciones que cubran las uñas. Estos elementos estéticos hacen más difícil la monitorización del paciente.

¿Cuánto tiempo se tarda en ver los resultados?

Tras la operación, lo habitual es que los senos estén más altos y más hinchados. Pero las cicatrices irán sanando y los implantes se irán asentando poco a poco. La forma del pecho quedará mucho más natural respecto a la que se ve durante las primeras semanas. Normalmente, se tardan unos tres meses en ver los resultados finales. No obstante, hay ciertos factores que influyen:

  • Dónde se haya colocado el implante, puesto que si está por debajo del pectoral, tardará algo más en asentarse.

 

  • El tipo de implante que se haya elegido. El resultado será más rápido con los implantes de silicona.

 

  • El cuerpo de la paciente en general.


Top Clinic recomienda consultar las intervenciones para las hipoplasias. Ante cualquier sospecha o síntoma, es mejor contactar con la clínica y ponerse en buenas manos.

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