Ginecomastia

Cualquier hombre puede verse afectado por esta dolencia. Incluso pueden verse casos de recién nacidos que tienen un crecimiento anormal del tejido mamario. Normalmente, es a partir de la pubertad y de la edad adulta que estos síntomas se hacen más evidentes.

La causa suele ser un cambio en los niveles hormonales, reduciéndose la testosterona y aumentando el nivel de estrógeno. Como hemos señalado, no se debe confundir esta con la pseudoginecomastia. En este último caso estaríamos hablando de un aumento de la grasa que se acumula en esa zona, y el tratamiento podría ser diferente. Lo ideal es que sea un especialista el que valore cada caso concreto.

Pero, ¿por qué se dan estos cambios hormonales? Puede haber diversos orígenes:

• Los cambios hormonales pueden ser naturales. El estrógeno no es una hormona exclusivamente femenina, puesto que los hombres también los producen en cantidades menores. Por ejemplo, más de la mitad de los recién nacidos masculinos nacen con ginecomastia debido al estrógeno que reciben de la madre. Normalmente, a las dos o tres semanas desaparecen.

• También encontramos ciertos medicamentos que pueden acabar provocando esta patología. Algunos de ellos son: antiandrógenos, esteroides anabólicos y andrógenos, medicamentos para paliar el VIH, medicinas específicas para el trastorno por déficit de atención, e incluso antibióticos o ansiolíticos.

• Puede deberse, también, al uso de drogas ilícitas como la marihuana o la heroína.

• A su vez, hay afecciones de salud, como el hiponogadismo, que pueden reducir la producción de testosterona. Lo mismo sucede con el hipertiroidismo, la insuficiencia renal o la cirrosis.

Normalmente, cuando un hombre adulto tiene ginecomastia no suele presentar ningún tipo de dolencia o afección. No obstante, sí que se puede apreciar fácilmente que el tejido mamario se encuentra inflamado. Hay ciertos síntomas, como el dolor, la sensibilidad tanto de la mama completa como del pezón, o la secreción del pezón, que requieren asesoramiento médico.

La ginecomastia y la pseudoginecomastia no son la misma patología y, por tanto, no se tratan de la misma manera. Es importante, en este sentido, distinguir si se trata de una inflamación del tejido mamario o si lo que hay en el pecho es grasa.

Hay ciertos pasos que pueden ayudar a distinguir si se está ante un caso de ginecomastia o no. Primero, la persona debe tumbarse boca arriba en una superficie algo dura. Tras eso, puede colocar el pulgar y el índice de tal forma que en medio de los dos dedos quede el seno, al borde de la areola. Y, haciendo pinza, se puede apretar con suavidad.

Si cuando se aprieta los dedos no se hunden, y se da con tejido duro, lo más probable es que se esté ante un caso de aumento del tejido mamario. Si, por el contrario, los dedos se hunden, se podría hablar de grasa. En cualquiera de los dos casos, y si no se está seguro de los resultados, lo mejor es acudir a un especialista. De esta forma, alguien con experiencia podrá asesorar al respecto y será más fiable. Probablemente, el médico solicite ciertas pruebas, como:

• Análisis de sangre.
• Mamografías.
• Imágenes tomadas por resonancia magnética.
• Biopsias de tejido.

Lo mejor es siempre acudir a un profesional para que señale de qué se trata exactamente. Además de dar un diagnóstico preciso, también podrá explicar cuáles son los pasos a seguir para solucionar la patología de la mejor forma posible.

Hay ciertos casos de ginecomastia, como los que se dan en recién nacidos, que se solucionan con el paso del tiempo. No obstante, lo normal es que la persona deba someterse a una mastectomía para eliminar el tejido sobrante. Es el único remedio para eliminar por completo esta patología.

Se debe analizar cada caso de forma pormenorizada para así vislumbrar si es necesario pasar por un procedimiento quirúrgico. Hay hombres a los que esta situación les produce graves complejos, afectando de forma muy negativa a su salud mental. Para mejorar el estado anímico del paciente, se recomienda proceder a quitar el tejido mamario sobrante.

Dependiendo de si se está hablando de una ginecomastia o de una pseudoginecomastia, se pueden necesitar procedimientos diferentes. En el primer caso, se suele tratar de una mastectomía, mientras que en el segundo caso hablamos de una liposucción. Además, también hemos de tener en cuenta que dentro de la ginecomastia hay tres grados:

• Grado I, o leve: se da una acumulación alrededor de la areola muy pequeña, sin un exceso de piel. Suele resolverse de forma espontánea, aunque en caso contrario se debería extirpar.

• Grado II: en este tipo, se suele observar que el tejido adiposo está más extendido. Necesita cirugía, aunque no siempre hay exceso de piel, con lo cual no habría que reseccionarla.

• Grado III: en este caso, el aumento es mayor e incluso se puede ver un exceso de tejido bastante grande. Se debe optar por una liposucción.

En ocasiones, el tejido extra que se encuentra en el pecho no es mamario, sino grasa. Estaríamos hablando de una patología diferente, de una pseudoginecomastia. Es un caso que se puede confundir fácilmente con el anterior, sobre todo si no se hace un estudio del paciente concreto y del tejido.

La diferencia es que la pseudoginecomastia suele estar causada por la obesidad, y no por temas hormonales. No obstante, puede deberse también a otras enfermedades que provocan la acumulación del tejido graso en el pecho. La mejor forma de detectar si se trata de una patología u otra es recurrir a un especialista y hacer unas radiografías.

Si se trata de una pseudoginecomastia, la solución puede ser más sencilla. En primer lugar, el paciente puede optar por el ejercicio físico y la vida saludable para la pérdida de grasa. De no ser suficiente, siempre puede recurrir a una liposucción, que hará que esa grasa desaparezca rápidamente.

La mastectomía es el método más utilizado para eliminar esta dolencia. Esta es una forma de cirugía que se usa para extirpar todo el tejido mamario del pecho, normalmente asociado a un método de tratamiento o de prevención del cáncer. Al guardar esta relación con un cáncer asociado al género femenino, son muchas las personas que se sorprenden de que esta sea la solución a la ginecomastia.

Mediante una mastectomía, el paciente consigue eliminar por completo todo el tejido que le acomplejaba. Pese a que requiere pasar por el quirófano, es una técnica muy avanzada y en la que se ha innovado mucho. Hay distintos tipos de procedimiento:

• Mastectomía total: se extirpan las dos mamas al completo, incluyendo también la areola y el pezón.

• Mastectomía con conservación de piel: no se elimina la piel del pecho, y es cuando se busca hacer una reconstrucción posterior. No es la que se usa en estos casos.

• Mastectomía con conservación del pezón: se extirpa el tejido, pero se conserva el pezón y la areola. Es la más habitual, puesto que los pacientes no suelen presentar problemas en la zona del pezón.

Los precios de este tipo de cirugía dependen mucho de la ciudad en la que se realice, así como del especialista y del caso concreto. Lo mejor en estos casos es acudir a una clínica especializada y solicitar un presupuesto personalizado. De este modo, serán los profesionales los que valoren cada situación.

Como hemos señalado, el coste es muy variado. Normalmente, oscila entre los 2500 € y los 4000 €, aunque dependerá de si la mastectomía requiere también una liposucción. En ese caso, el precio podría aumentar.

Es fundamental acudir siempre con personas formadas. Sobre todo en cirugías que, como esta, requieren una anestesia general. Se debe priorizar la calidad por encima del ahorro económico puesto que, de otro modo, la salud del paciente podría estar en grave riesgo.

El procedimiento completo de mastectomía no es muy largo, suele durar entre una y tres horas. Será el cirujano el que, con una exploración previa, decida cuáles son los pasos a seguir durante el día de la operación. Lo habitual es que el paciente pueda regresar a casa ese mismo día, aunque dependerá de cómo haya salido la operación.

El postoperatorio es largo, de alrededor de tres meses, y requerirá ciertos cuidados específicos para que todo salga bien. En primer lugar, la persona tendrá que tomar medicamentos como antibióticos para prevenir cualquier tipo de infección. Además, será necesario llevar una faja de compresión durante un periodo concreto, que rondará entre uno y tres meses.

A lo largo de esos meses de postoperatorio, es necesario tener en cuenta lo siguiente:

• No se debe consumir alcohol, tabaco, ni ningún otro tipo de droga. Esto podría tener consecuencias nefastas tras la operación.
• No se puede realizar ejercicio físico hasta que pase al menos un mes. Nada de esfuerzos, ni levantar peso. Se recomienda dar pequeños paseos, varias veces al día,  para así mantener la actividad física diaria.
• No se recomienda mantener relaciones sexuales durante los primeros quince días.
• Los deportes que requieran saltos, como correr o bailar, no se deben retomar hasta que pasen tres meses, y siempre con el visto bueno del especialista.
• Se debe evitar el sol directo en las cicatrices mientras no estén completamente curadas.
• No es recomendable acudir ni a piscinas, ni a balnearios, ni a ninguna playa mientras la herida esté abierta. Esto podría provocar una infección.
• No se deben llevar a cabo procedimientos como depilación láser en la zona cercana a las heridas.
• Se recomienda la hidratación de la piel, pero evitando las zonas heridas.
• Cuando pase un mes, se podrá comenzar a aplicar alguna crema cicatrizante para favorecer la regeneración de la piel.

Si todo va bien, y el procedimiento de curación no se interrumpe ni se ve dañado, en tres meses se podría dar el alta de forma oficial al paciente. Esto va a depender en realidad de cada caso, así como de los cuidados que el sujeto decida llevar.

Cuando además de ver una inflamación del tejido mamario se encuentra grasa, se debe recurrir a una mastectomía y a una liposucción de forma conjunta. De esta manera, se garantizan los mejores resultados para el paciente.

No obstante, en casos de pseudoginecomastia no es necesario recurrir a la extirpación del tejido mamario, puesto que este no es el problema. Como se ha señalado anteriormente, la problemática en ese sentido es la grasa adicional en la zona del pecho. Para eliminar la grasa se puede optar por hacer ejercicio físico, y por trabajar la zona del pecho.

También hay casos en los que ni siquiera mediante el trabajo físico se consigue eliminar el tejido adiposo extra. Ahí se puede optar por recurrir a una liposucción, un método bastante sencillo y fiable. A día de hoy, es una de las técnicas estéticas más usadas del mercado para conseguir una figura esbelta. Usarla en el pecho garantiza la eliminación de esta grasa, y favorece que el pecho vuelva a tener la forma deseada.