La insuficiencia venosa crónica más conocido como varices o arañas vasculares, son venas  hinchadas y retorcidas que pueden verse justo debajo de la piel causado por una anormal  acumulación de sangre, esto se debe a que las paredes, o válvulas venosas están  debilitadas o dañadas lo que hace que las venas se ensanchan, se dilaten y se acumule la  sangre.

 Cuando las personas pasan mucho tiempo de pie, por lo general, suelen aparecer  en las piernas, aunque también pueden aparecer en cualquier zona del cuerpo. Nuestro médico nos diagnosticará arañas vasculares o varices con un simple examen físico,  aunque a veces es necesario hacer otro tipo de pruebas.

Por otro lado, las varices son mucho más frecuentes en mujeres que en hombres, en muchos  casos es un simple problema estético, pero a veces estas venas varicosas nos pueden  causar problemas más graves. 

¿Por qué salen las varices? 

Como hemos dicho anteriormente, las varices son una acumulación de sangre debido a que  las paredes venosas están debilitadas o dañadas. 

Las venas tienen válvulas unidireccionales que se abren y se cierran para mantener el flujo  de la sangre al corazón, entonces, cuando estas están dañadas, debilitadas o pierden su  elasticidad, hacen que la sangre se acumule y las venas se ensanchan y se deforman  provocando las arañas vasculares. 

Otro motivo por lo que pueden aparecer las varices es por una tromboflebitis, estos son  trombos que dificultan el flujo sanguíneo, y suele suceder tras prolongados periodos de  reposo en cama. 

Y, por último, el motivo más común de la aparición de varices, son los embarazos, aunque  las varices que aparecen en este tiempo suelen ser secundarias y desaparecen entre dos y  tres semanas después del parto. 

¿Qué tipos de varices hay? 

Dentro del conjunto de tipo de varices podemos encontrar varios tipos. 

Arañas vasculares o telangiectasias: Estas son el tipo más frecuente, son  dilataciones de las venas muy pequeñas y visibles situadas dentro de la propia piel,  estas son las que más preocupación causan, aunque suelen ser únicamente un  problema estético y no causan mayor complicación con el paso del tiempo, como  dermatitis, oscurecimiento, flebitis o ulceraciones. 

Varices reticulares: La dilatación de estas venas es visible a pocos milímetros, al  tener un tamaño mayor cuando estas venas se dilatan son palpables, y pueden ir  acompañadas de molestias como picor o piernas cansadas. 

Varices tronculares: Estas venas pueden llegar a tener varios grados de dilatación,  son muy claras y palpables y sí pueden producir muchas molestias como dolor,  picazón, hinchazón, piernas cansadas, etc. Pueden producir complicaciones como  flebitis, sangrados o alteraciones cutáneas y en último grado la ulceración. 

¿Cómo se tratan las varices? 

El tratamiento de varices dependerá de lo grave que sean estas, los síntomas, etc.  El médico será el encargado de recomendar un tratamiento u otro, o una combinación de  ambos tratamientos, todo dependerá del tipo de variz que tenga el paciente en cuestión. 

Los objetivos de este tratamiento son aliviar los síntomas que estas provocan, mejorar su  aspecto y prevenir otras complicaciones más graves a las que se pueda llegar, como las  úlceras y cambios de color en la piel o sangrado. 

En caso de que la paciente esté embarazada y las varices hayan aparecido por este motivo,  el médico puede recomendar un tratamiento de compresión y algún medicamento para  aliviar el dolor o pesadez en las piernas. 

Una vez hemos tenido esto en cuenta, podemos encontrar distintos tipos de tratamientos,  dependerá del tipo de variz que tengamos, el médico nos hará una ecografía para ver cómo nos funcionan las venas, la mayoría de los casos no tiene una recuperación larga: 

Láser ablativo: El médico puede usar el láser para calentar la vena y cerrarla, para  realizar este procedimiento usa un ecógrafo para ir viendo cómo va respondiendo el  tratamiento. 

Medias de compresión: Ayudan a hacer que la sangre fluya desde los capilares  hasta el corazón, estas hacen que no se produzcan ni estiramientos ni heridas. 

Escleroterapia: Consiste en inyectar en las venas afectadas un fármaco esclerosante  provocando una inflamación en la vena para su posterior desaparición, se realiza  con ayuda de un ecógrafo para ver si el fármaco está haciendo el efecto deseado. 

Este tratamiento se suele usar en arañas vasculares, no en una variz en concreto, y  nos ayuda a eliminar síntomas como dolor, quemazón, hinchazón y calambres. 

Fleboextracción: Consiste en una intervención quirúrgica para eliminar las varices de  las piernas. Generalmente se realiza bajo anestesia general o anestesia raquídea,  es decir, que solo se duerme la mitad del cuerpo. La vena o venas que se quiere eliminar en esta extracción es la vena ‘’safena’’, es decir, la vena principal que está  afectada y está afectando al resto de venas provocando las arañas vasculares.  

Post operatorio.  

La recuperación total no la vamos a poder observar hasta pasado un mes de la  intervención, aunque siempre dependerá del paciente y de su caso en concreto. Después  de esta intervención tendremos que estar 24 horas en reposo absoluto, y transcurrido ese  tiempo es aconsejable caminar mínimo 1 hora diaria y mantener los apósitos durante 48  horas sin tocarlos para nada. 

¿Cómo prevenir las varices? 

Algunas personas no pueden evitar la aparición de las varices, pero si retrasar  notablemente su aparición. 

Para prevenir o retrasar su aparición, es importante mantener un estilo de vida saludable,  para ello lo más aconsejable es:

– Mover las piernas, evitando largos ratos estando de pie, paseos cortos, etc. Eso  hace que la sangre fluya y haya un mejor riego sanguíneo para evitar su aparición. 

– Realizar deporte adecuado para nosotros, como por ejemplo andar, que es un  ejercicio muy beneficioso para la circulación, haciendo que su práctica sea regular y  con calzado cómodo.  

– Hay que tener un consumo adecuado de líquidos, lo aconsejable es beber mínimo  un 1,5 litros diarios de agua.

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